26 enero 2024
Cuándo las manías de los niños son un problema.
Chuparse el dedo
Después del primer año de vida, la succión como reflejo desaparece y el niño suele chuparse el dedo como un acto de compensación frente al miedo la inseguridad, la falta de adaptación al medio, por cansancio o aburrimiento. Por lo tanto, si el bebé tiene más de un año y se chupa el pulgar, se debe trabajar directamente sobre las causas. Es más positivo hacer que se sienta seguro o proponerle actividades físicas que lo distraigan y mantengan sus manos ocupadas que regañarlo y quitarle la mano de la boca constantemente, ya que puede aumentar su ansiedad y reforzar esta conducta. Enroscarse el pelo entre los dedos, morderse las uñas, succionar el chupete o la esquina de una sabanita o llevar siempre su objeto transicional son equivalentes a chuparse el dedo y deben tratarse de forma similar.
Tics nerviosos
Jugar con los genitales
Hurgarse la nariz
Súplicas y gimoteos
19 enero 2024
10 Claves para ayudar a canalizar la energía de l@s niñ@s.
Este artículo no es mío, es un resumen de un documento educativo escrito por especialistas que creo importante leer.
1.Favorece el hábito de estar quietos y tranquilos un rato.
Busca actividades tranquilas y agradables e interesantes para el niño o niña, puede ser la lectura de un cuento, un juego de mesa, etc. Trata de habituarlo diariamente a realizar esta actividad durante un rato. Comienza por intervalos cortos de tiempo y a medida que adquiera el hábito, podemos ir subiendo los tiempos.
2.Haz de ejemplo y No pierdas los nervios, entiende que no pueden evitarlo.
Se comprensivo con ellos y actúa como modelo. Cuando el pequeño está inquieto es habitual que las personas que le rodean se pongan nerviosas también y respondan con poca calma, debemos mantener la calma en todo momento. Los niños y niñas aprenden mucho de lo que ven.
3.Ayúdale a que canalice su energía de forma positiva.
Busca alguna actividad con la que pueda descargar su tensión. Si pretendemos que el pequeño este en casa toda la tarde viendo la tele, no descargará esa tensión y se mostrará inquieto. Practica algún deporte con él, llévale a montar en bici, al parque, o cualquier deporte que le interese.
4.Practica técnicas de relajación.
Es bueno emplear en determinados momentos en los que no se pueda descargar la tensión con otra actividad, técnicas de relajación. Le enseñamos de esta forma una conducta alternativa que le ayuda a relajarse y descargar los nervios.
5.Ayúdale a relajarse con un clima tranquilo y relajado en casa.
Si el clima familiar es tenso, el pequeño vivirá en un ambiente de tensión y estará nervioso, al igual que él nos contagia los nervios a nosotros, las situaciones de tensión hacen que este nervioso.
6.Refuerza al pequeño cuando este calmado.
Cuando el niño o niña este calmado, reforzaremos esta conducta prestándole atención, verbalizando lo contentos que estamos hoy que podemos hacer determinadas cosas, como trabajar, leer, etc.
7.No le etiquetes como inquieto o malo por ello.
Entiende que no puede evitarlo, enséñale a canalizarlo de otra manera, pero no hagas que se sienta mal por algo que va en su forma de ser. Hazle saber que lo que te molesta es su comportamiento, y porque te molesta, no el pequeño en cuestión.
8.No refuerces su conducta cuando esta está demasiado nervioso.
En muchas ocasiones cuando el niño o niña está nervioso le prestamos más atención, de esta manera estamos reforzando su comportamiento. Debemos intentar no prestarle mucha atención cuando este muy inquieto.
9.Fomenta su atención con diferentes actividades tranquilas, puzles, cuentos, juegos de mesa, busca las diferencias, etc.
10.Anímale a que termine las actividades que realiza.
Los pequeños inquietos tienden a no parar y a cambiar de actividad constantemente. Es importante que le animemos a finalizar las actividades, como rutina de acción.
Os dejo INFORMACIONES en las PÁGINAS:
PROYECTO-LÓGICA MATEMÁTICA-LECTOESCRITURA-PSICOMOTRICIDAD-VALORES-INFORMACIONES.
12 enero 2024
Cómo afrontar la vuelta al cole después de las vacaciones de Navidad.
La Navidad es una época del año llena de magia y diversión para los
más pequeños. Sin embargo, el regreso a la rutina escolar puede ser un desafío
tanto para niños como para padres. Después de días de juegos, horarios flexibles y celebraciones,
adaptarse nuevamente al colegio requiere de estrategias específicas.
Os dejo algunas pautas que os ayudarán.
1. Establecer rutinas previas a la vuelta: Uno de los mayores
desafíos es retomar las rutinas interrumpidas durante las vacaciones. Es vital
reintroducir gradualmente los horarios habituales de sueño y las comidas días
antes de que termine el receso escolar.
2. Gestión inteligente de los juguetes: Durante las
vacaciones, los niños reciben juguetes que desean disfrutar. Una estrategia
eficaz es que Papá Noel se encargue de traer juguetes lúdicos para el disfrute
inmediato, mientras que los Reyes Magos podrían enfocarse en regalos como ropa
o juguetes educativos, que los niños pueden usar incluso durante los días de
colegio. Esto ayuda a los niños a equilibrar el juego y el estudio.
3. Resaltar los aspectos positivos del colegio: Fomentar una actitud
positiva hacia la escuela es crucial. Recordar a los niños las cosas que
disfrutan del colegio, como reencontrarse
con amigos o participar en sus actividades favoritas,
puede aumentar su entusiasmo por volver..
4. Mantenimiento de rutinas constantes: Incluso durante las
vacaciones, es recomendable mantener ciertas rutinas, como la hora del baño. Esto
ayuda a los niños a
relajarse y a tener un sueño más reparador, lo que
facilita su regreso al colegio.
5. Preparación proactiva: Además de estas estrategias, es
importante preparar todo lo necesario para la vuelta al colegio con antelación.
Una preparación anticipada evita las prisas de último momento y crea un
ambiente de tranquilidad.
6. Fomentar la autonomía: Incentivar a los niños a participar en
la preparación para el regreso al colegio puede ser muy beneficioso. Esto les
da un sentido de
responsabilidad y control sobre la situación, lo que puede
aumentar su confianza y disposición para volver al colegio.
7. Establecer expectativas realistas: Es importante
manejarlas tanto para los niños como para los padres. Comprender que la
adaptación puede llevar tiempo y que cada niño tiene su propio ritmo es
crucial para evitar frustraciones.
El regreso al colegio después de las vacaciones de Navidad no
tiene por qué ser un período de estrés y desajuste. Con la implantación de
estas estrategias, padres
y niños pueden hacer de la transición una experiencia
positiva y enriquecedora.
Este artículo NO ES MÍO, es un resumen de un artículo educativo
escrito por profesionales en el ámbito educativo.
Os dejo INFORMACIONES en las PÁGINAS:
CANCIONES-LÓGICA MATEMÁTICA-LECTOESCRITURA-PSICOMOTRICIDAD-VALORES-INFORMACIONES.